Realismo Mágico
Constantemente encontramos
en los titulares la noticia de que los diálogos de paz desarrollados en Cuba
irán a receso y que todo anda de maravilla, casi que con una confianza firme y certera, que a la verdad es una
esperanza fugaz y grotesca que sólo busca hacer efecto en la ciudadanía
reflejando tal y lo que es el realismo mágico que se define como una
preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal como algo cotidiano
y común.
¿Acaso no intenta este
gobierno mostrar que el proceso de paz no lleva a la impunidad? Los crímenes
atroces cometidos y ordenados por la banda terrorista FARC, que hoy fungen como
intelectuales y oprimidos de izquierda, quedarán en la figura de la cesación
penal así como la extinción de la responsabilidad penal, siendo una garantía
para los grupos terroristas legitimados y no legitimados dentro de la falacia
del conflicto interno armado en Colombia y paralelamente una grave afrenta
contra las victimas en Colombia que son la mayoría de los colombianos. ¡Que
grave! Cuando los victimarios y terroristas son quienes a la vez buscan
ostentar el título de victimas pero mayor aun cuando el propio Estado
representado por el presidente Juan Manuel Santos pide que los colombianos les
crean y apoyen esa hoja de ruta.
El realismo mágico que busca
imponerse es ese que busca crear un
falso avance de la paz mientras en la
compleja realidad los asesinatos, masacres y extorsiones en Colombia se han
incrementado; no sorprende al fiscal general de la Nación las denuncias de la
población donde se refleja la avanzada terrorista en poblaciones donde la
Seguridad democrática del gobierno Uribe había desterrado el terrorismo, han
vuelto los “impuestos de guerra” del terrorismo a las familias revestidos por
el realismo mágico como “impuestos de paz”, pero aún así se sigue vendiendo la
idea de que la culpa de la no existencia de la paz en Colombia es por los
mismos colombianos que no quieren perdonar, que no quieren concederle al
terrorismo curules e impunidad con retroactividad y ultractividad más no de
aquellos que nunca han considerado la idea de abandonar el terrorismo para
fortalecer un cartel de la droga y contar la verdad, reparar a las víctimas y
someterse a la justicia.
Ese es el realismo mágico
que no se debe imponer en Colombia donde existen victimas de primera y segunda
categoría, en donde la muerte de un policía no es algo más que una causa del
conflicto, ¡Que no se imponga ese realismo! Que lo que haya en Colombia sea el
espíritu de la constitución de 1991 donde la dignidad humana es el factor
fundamental como Estado social de derecho, firme contra el terrorismo y
bondadoso con la comunidad.
Realismo Mágico | Columna en Copolitica, les invito a comentarla y leerla: copolitica.blogspot.com/2013/04/realis… vía @copolitica
— Juan Urrea (@UrreaJuan) 27 de abril de 2013