El M-19 reclutaba menores de edad, Toma a Embajada de República Dominicana es prueba Reina
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La historia de Colombia es amplia y compleja, por lo que tratar de maquillar realidades y distorsionar los hechos se dificulta ante las evidencias. El M-19 en pleno 1980 realizaba operaciones terroristas con menores de 18 años reclutados, así lo refleja la llamada Toma a la embajada de República Dominicana en Bogotá, donde en panfleto revelado por el grupo criminal se da cuenta de que actuaban con pleno conocimiento del Comando Superior del M-19. (Ver El dia que el M-19 secuestró a Álvaro Gómez Hurtado).
Carlos Arturo Sandoval Valero, es prueba del reclutamiento forzado que han tenido que soportar los niños, niñas y adolescentes en Colombia. Carlos Arturo nació en Libano, Tolima, en noviembre de 1962; al momento del secuestro en la embajada de la República Dominicana tenia 17 años y cursaba octavo grado de bachillerato. Cuando el Movimiento 19 de Abril - M-19 inició el asedio terrorista a la embajada de República Dominicana en Bogotá, Carlos Arturo, el menor de edad reclutado por ese grupo, falleció ante la balacera iniciada por agentes de seguridad y los del M-19.Carlos Arturo Sandoval fue la única baja de aquel asedio terrorista, en ese entonces el diario El Vespertino de Bogotá informó que tenia tres hermanas, una de ellas inválida. Todos ellos vivían en la mayor pobreza en un barrio marginal de Bogotá. Las primeras palabras de los secuestradores fue, como lo relatan los medios impresos, de la época, ¡Triunfamos! ¡Triunfamos! Hubo abrazos y festejo; triunfó el crimen, el secuestro, y el reclutamiento infantil. (Ver Surge guerra comunista contra la UP: Cuando el Partido Comunista enjuició a Bernardo Jaramillo ante el rechazo a la combinación de todas las formas de lucha)
Cuando le preguntaron a una de las hermanas sobre la conducta de su hermano Carlos Arturo, respondió que “él era una persona muy tímida y solitaria, posiblemente en el colegio alguien lo había convencido de meterse en esa aventura, prometiendo ayuda económica para la familia, pues inesperadamente abandonó sus estudios y se alejó de su casa, sin decir a dónde iba”.
Los hechos estaban claros, el reclutamiento infantil había llegado hasta el grado octavo donde el M-19 sin mediar tratados internacionales o derechos del niño, plagió al menor Sandoval. Carlos Arturo, ya no era más un niño, ahora era alias Camilo, listo para servir a los intereses criminales de la Dirección del M-19 y finalmente ser sacrificado como lo denominaría el expresidente Lleras. Ramiro Zambrano en su libro recoge las palabras del Presidente Carlos Lleras frente al horror del Reclutamiento infantil del que fue víctima Carlos Arturo Por parte del M-19, “Con el corazón adolorido digo una oración por el niño guerrillero amargado por la crueldad del medio cruelmente engañado y conducido al sacrificio”
El reclutamiento infantil es una práctica abominable a todas luces que le ha dolido a Colombia y directamente a las familias de los menores de edad reclutados. En aras de la memoria histórica los dirigentes del entonces M-19, quienes enarbolan sus banderas en marchas y los que admiran la grandiosidad de las acciones terroristas del M-19 deben responder por el reclutamiento infantil y contar toda la verdad.
